Ayer fuimos al cine a ver la última y esperadísima entrega de Indy. Fue una noche muy especial que me evocó tiempos inmemoriables. De pequeño soñaba continuamente con tener una vida fascinante. Estaba disfrazandome todo el día… el hombre ñaña (Spiderman), Mosquetero, Superman, o aquel disfraz inventado por mí de cazafantasmas… Pues uno de los sueños que tenía, supongo que toda nuestra generación lo tuvo también, era ser arqueólogo… pero nada de arqueólogo de cepillo de dientes en mano quitando arena granito a granito… yo quería ser arqueólogo de sombrero y látigo…
Os tengo que confesar que lloré. Puede ser que estoy pasando una época hipersensible, es cierto, pero en la secuencia de la persecución… empecé a llorar emocionado como un niño. Que bonito… Que grande. Volví a soñar, volví a querer tener una vida a lo Indy, una vida entregada y apasionada… No se si los pasos dados hasta ahora, incluidos los pasos en falso y mis cagadas (ya sean actos, pensamientos, palabras u omisiones), estarán encaminados para tener esa vida plena que deseo… lo que es cierto es que tengo mucho tiempo por delante para vivir plenamente y estoy muy feliz por ello.
Miro hacia atrás, y veo mi vida con muchísima ternura. Gente con la que compartí mi vida que ya no veo. Compañeros de clase, compañeros de juegos, compañeros de sueños, compañeras de besos, compañeras de vida, compañeras de anhelos… Gente que vivió conmigo momentos muy especiales: las convivencias de Jerez, campos de trabajo, tardes de sábados en Regina Mundi con una guitarra en la mano, tantísimos enfermos que me enseñaron tantas cosas, gente especial que me dijo las palabras precisas en los momentos adecuados… Recuerdo a Fefe (que grande eres Fefe, como Indy, te fuiste a la India), A Poldito que se quedó más cerca pero también entregado a los demás, Mi joselito, Angelito, Nuria, Sara… Tanta gente buena que han hecho de su vida una enorme aventura y están cambiando este mundo…
Eso sí, tengo la enorme suerte de abrir los ojos saliendo de mi ensoñación, y me veo rodeado de gente que me quiere muchísimo, gente que se preocupa realmente de mí. Gente que me quiere, gente que me apoya, gente que siempre me tiende su mano, que que agarra cuando lo necesito… De la misma forma estoy ahí yo para ellos… Es maravilloso y único poder compartir la vida con mi gente, os quiero mucho.
La vida es impredecible, ayer lo hablaba con Manolo. El tema está en poder llevar cierto control sobre tu vida en todas las variables que no sean aleatorias… pero… ¡qué difícil es hacerlo! Yo, que tiendo a soñar, puede que lo tenga más difícil todavía… Mis sueños se mezclan con la realidad y la alteran. Confundo realidad y ensoñación, y puede que el mundo me parezca muchas veces mucho más bonito de lo que es realmente.. y después la ostia es grande… conseguir asumir mi error y abstraerme de mi ensoñación es muy difícil, y aunque lo consigo lo sufro bastante. Aparece una frustración que me deja bloqueado. «Niño, no te das cuenta de que estás viviendo entre sueños y que la vida va por otro lado». Joder, pues es verdad…
Es momento, pues, de romper todo el sueño irrealizable y construir un sueño más real, un sueño realizable. Es cierto que allá arriba, sigue habiendo miles de estrellas fugaces, y que en cualquier momento volveré a alzar la cabeza porque está en mi naturaleza, y volveré a tratar de atrapar una estrella fugaz con la mano. Porque pensaré que es mi estrella, la que me ha estado esperando y a la que llevo esperando tanto tiempo… De momento, llevo años siguiendo una estrella fugaz… Creo que esta si que la voy a conseguir, aunque lo que consiga sea el meteorito que quede en el impacto… Es lo que me debe motivar en este momento… Aunque me queme la mano, pienso cogerlo y al fin será mío ese anhelado sueño, y él y yo seremos uno y el mundo será maravilloso.